Actividad 8. Autoevaluación – Por. Leonardo Araujo Maestre

Autoevaluación- Aprehender siempre será una acción gratificante.

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Siempre he tenido la convicción de que el proceso de evaluación es una de las actividades más constructivos y enriquecedores de todo proceso de enseñanza – aprendizaje y más aún cuando se trata de autoevaluación, esto debido a que llegada a este momento, se debe hacer un alto en el camino y echar una merada hacia atrás, detallar lo que fue difícil, los errores cometidos y los más gratificante, lo que aprendiste de todas experiencias.

 En la mayoría de las oportunidades, aprender es un proceso complejo y difícil, pero en ningún momento debe tomarse como algo sufrido y mucho menos cuando el conocimiento y las habilidades de las que te estas empoderando son transferibles a tu contexto real y laboral.  No obstante, si se debe considerar que en el transcurrir de esta experiencia como en casi todas las actividades que suelen ser novedosa, se presentan situaciones que desafían el interés y la voluntad de quien desea alcanzar con éxito un propósito. Es en ese momento cuando el ánimo se cae y aparece la frustración, para lo que se debe contar con el suficiente temple y firme decisión de continuar lo que es para uno un proyecto personal y que se debe crear el hábito de conseguir los sueños que fue emprendidos como una meta profesional, familiar y personal.

Llegado a este punto, admito que, aunque ejerzo la hermosa, loable y difícil labor docente, por mi perfil de ingeniero se me relacionan con la interpretación de lecturas, tesis o enunciados con perfil filosófico o epistemológico, a los cuales se me complica encontrarle su praxis en el contexto de la didáctica del quehacer pedagogía real.

En cuanto al aspecto lo afectivo, también debo manifestar es un reto a superar, en cuanto que cuando se trata de desarrollar las actividades en cooperación con los otros miembros del grupo, se hace bastante complicado, debido a poca y casi nula participación y apoyo de los demás compañeros, lo que imposibilita el debate, la concertación y el enriquecimiento del aprendizaje, que a fin de cuantas es el objetivo primordial de este proyecto.

A manera de conclusión, considero que todas las dificultades mencionadas con anterioridad fueron superadas, apoyado en los criterios que caracterizan a un aprendiz autónomo y a la disposición con la que siempre asumo mis compromisos, gracias al acompañamiento permanente de la tutora Aura M. Narváez, quien ha asumido un excelente rol de orientadora y guía en cada paso del proceso. Por lo que considero que la meta propuesta para este paso fue lograda con gran satisfacción.